En realidad me quejo por vicio, por que sé
perfectamente que me quieres. Pero como te lo callas y no lo dices ni lo
demuestras me encabrito, me rallo, lloro y me subo por las paredes.
Esta
historia es bonita, tiene ese algo que engancha y hace que no te canses de
seguir leyendo. Estos tiras aflojas y estos ni contigo ni sin ti, hacen que
sigamos ahí, que nos enganchemos más el uno del otro.
Llegué a pensar que
pasaría todo lo contrario, que te mandaría a la mierda, pero cuanto más me das, más quiero y cuando te alejas un poco, más te echo de menos. Y a ti te pasa lo
mismo, la diferencia entre tú y yo es que yo no tendría ningún problema en
decirte lo que siento, y que a mí no me da miedo estar contigo, por que merece
más la pena la felicidad que pueda darnos esa persona y los buenos momentos
junto a ella, que el daño que pueda hacerte, por que si duele es porque sientes
y si sientes es porque quieres.
Y querer no es malo, aunque muchos piensen que
sí. Querer es pensar en esa persona, es soñar con ella, sonreír cuando sonríe y
ponerte triste cuando esta triste. Querer es tener ganas de estar las 24 horas
contigo y que me sepa a poco. Y eso no puede ser malo.
Tú eres un poco
cobarde, eres el típico tío que lo pasa mal una vez y dice 'una y no más', pero
no chico, en el corazón uno no manda y puedes empeñarte y negártelo a ti mismo
una, dos y tres veces, pero más no. Va a llegar el día en que estés tan
pilladísimo por mi que no vas a poder ocultarlo más y ese día me darás todo el
amor que te has estado guardando tanto tiempo.
Sólo espero que cuando explotes
y no puedas disimularlo más, yo siga aquí, esperándote y queriéndote como lo
hago ahora.
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