lunes, 14 de marzo de 2016

Un día...


Y un día, sin esperarlo...
Llega alguien a tu vida que
repara tu viejo columpio, lo
pinta de colores, le asegura las
cadenas y te ayuda...
Te empuja suavemente y te sostiene.
Entonces...
Te atreves a levantar los pies
del suelo y sientes que
puedes volar otra vez...


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