Cuando te das cuenta que no todo el mundo hace por ti lo mismo que tú das por ellos, eso te decepciona y llegas a preguntarte que estás haciendo mal, porque te pasa una y otra vez y no sabes a que viene o simplemente tendríamos que pensar que no es culpa nuestra.
Cuando pones todo tu empeño en tener una conversación con esa persona o conoceros un poco más, ya no digo para llegar a ser algo más en un futuro, simple y llanamente para ser cordiales o ser amigos. No se dan cuenta que si te piden el número o tus redes sociales, para que es? por postureo y decir que tienes más seguidores o conocer a las personas de verdad. Vale que un principio no te fíes, pero si haces algo bien, que es intentar conocer a la persona, no vayas y a los cuatro días seas más frío o no le contestes, eso tienes de que no es como decía ser y que todo eran palabras, sólo tenía un interés y era un número o un seguidor más.
Esas cosas que nos pasan a la mayoría da mucha rabia, porque si nos gusta y queremos llegar a algo, no hay porque tener miedo y dejar de hablar, esas cosas se pueden decir, o nos ven como una amenaza o como un juego y la verdad que no es ninguna de esas dos cosas, es que la otra persona tiene miedo de sus propios sentimientos y de lo que pueda llegar a pasar si te sigue conociendo.
Pero una de las verdades más grandes es que si no te habla él o ella se lo pierde porque ha demostrado que no te merecía y que las cosas se demuestran con gestos tan sencillos como un saludo.
Así que ya sabéis, si quieres algo ve a por ello o no te compliques y deja de estorbar en el camino y deja de decepcionar a las personas que esperaban algo de tu parte.
P.D Pequeñas Guerreras
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