Un año, sí, un año ha pasado desde la primera vez que hablé contigo y como cambian las cosas y los pensamientos de las personas.
Han pasado tantas ideas por mi mente sobre ti, pero no dejabas que te conociera, te ponías evasivo y una persona no puede intentar conocerte eternamente.
Recuerdo que a veces tenía la esperanza que te dejarás conocer, incluso cuando nos encontrábamos por casualidad y me saludabas, para mí eso ya era un gran paso. Sé que eres una persona seria y que te cuesta conocer a las personas, pero llega un día que si no das nada a cambio, esas mismas personas que luchaban por hablar un segundo contigo conseguías que se alejarán.
Eso me ha pasado contigo, en estos 12 meses me he dado cuenta que no puedo estar detrás de ti, que hay que quererse un poquito y si ves que esa persona no está dando todo por ti hay que alejarse de la batalla, ya vendrá el que si quiera conocernos de verdad, no hay que estar rogando una limosna, si en nuestro interior ya sabemos lo que va a pasar.
Fueron muchas veces las que pensé que pondrías de tu parte pero como decías no quiero nada con nadie...se quitaban las ganas de todo.
Podría contar con detalle todas las veces que te vi o hablé contigo y esa sonrisa tuya no es fácil borrar de la mente. (No sé a lo mejor me animo un día que escribo todo mis pensamientos y dudas que llegaron después de verte)
Pero creo que hoy ha llegado la hora de decir basta, si alguien quiere conocerte y estar a tu lado supongo que no le tendría que costar trabajo ni esfuerzo.
A veces pienso que lo podría a ver intentado un poco más, pero con el paso de los años y las cosas que te van pasando haces que abras los ojos y que el que quiere algo por mucho que lo intente si no te dejan pues es una pena.
Sé que cuesta y que cada día será un reto, pero hay que intentarlo y seguir adelante.
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